Cinema Chile

TALENTOS – Rodrigo Bazaes: “Hoy en día ser multidisciplinar es un valor”

agosto 6, 2024

Lo que más juego da al aproximarse a Rodrigo Basaez Nieto, es que no hay etiquetas que ponerle: las tienes todas, y le pueden sobrar todas a la vez. Ninguna le abarca… quizás solo y en un afán de síntesis decir: TALENTO. Y por eso abre esta sección que quiere destacar a figuras no solo de las conocidas por el área artística, sino también del área técnica del audiovisual, aunque en su caso no hay fronteras, y en general tampoco las hay, solo se trata una delimitación muy relativa en la industria, ya que todo en el mundo audiovisual pasa por un por un proceso creativo.

Bazaes ganó el pasado mes de abril el Premio Platino a Mejor Dirección de Arte con El Conde, pero si uno mira su trayectoria aparece en títulos como Violeta se fue a los cielos (ganadora de Sundance), La buena vida (ganadora de un Goya) donde no solo firma como director de Arte, también figura en el guion, o en la exitosa serie de TV Los ochenta no solo reproduce una época, además dirige las últimas dos temporadas. Y si se mira la miniserie Isabel(nominada a los Platino y a un Emmy Internacional) su nombre encabeza la ficha como director. Todo esto sumado a su larga trayectoria como director de arte donde aparece en los créditos de la mayoría de los trabajos de Andrés Wood, incluida en la serie de tanto impacto internacional como Noticias de un secuestro.

Por estos días dar con él no es tarea fácil. Trabaja en la dirección de arte (Production Design) de la serie La casa de los espíritus, una colaboración FilmNation, Amazon y Fabula, que ha iniciado su rodaje en Chile. Su último trabajo por estrenar en la dirección de Arte es El lugar de la otra, primer largometraje de ficción de Maite Alberdi, seleccionado para competencia oficial en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián que tendrá lugar en septiembre.

– ¿Qué te define más: director de arte, guionista, director de series, teatro?

Disfruto de cada cosa que me desafío a realizar, es como un estado poliamoroso, así ha sido siempre y está en mi esencia, multifacético e hiperactivo. Hoy en día lo multidisciplinar no sorprende y es más bien un valor entre las más recientes generaciones que se permiten explorar y transitar entre distintas facetas creativas. Bueno, yo era así desde pequeño, formado artísticamente a través la música, el dibujo, la poesía y el teatro. Fue la necesidad de desarrollar y entrenar algunas de estas aptitudes para el desempeño profesional que debí realizar una trayectoria de procesos consecutivos. Primero fue el diseño escénico y la dirección de arte para cine, luego la escritura y finalmente la dirección en el formato escénico y audiovisual; en estas últimas soy autodidacta. Siempre estoy pensando más en el espectador que en la disciplina y el lenguaje, muchos menos en la validación, la clasificación o en el éxito del resultado. Si la idea, el contexto, la invitación o la obsesión me atrapan, ahí estoy; eso quiere decir que me siento llamado por los temas, los equipos, las formas y lugares de interés; que claramente no son exclusivamente visuales. Suele ser un prejuicio acerca de mi trabajo. 

Si alcanza interés visual es, a mi parecer, porque ha sido respuesta y consecuencia de las ideas que hay detrás, generalmente relacionadas con ciertos temas de nuestra trágica chilenidad a la hora de intentar definir este país. Con ese propósito, no puedes tener solo interés en la visualidad. La ficción y el arte en general, pueden plantearse el desafío representar la relación entre nuestro contexto íntimo y público; al menos ese ha sido el encargo que yo mismo me he hecho, y la razón por la que disfruto de unirme a proyectos de ficción local.

  • Y la dirección…
Y sobre la dirección….No tiene que ver con retroceder o evolucionar, nunca he visto una dinámica de jerarquías entre disciplinas y el valor de sus puntos de vista. Si bien, estoy deseando que sean más frecuentes las oportunidades para dirigir, sigo permanentemente colaborando, desde el diseño o el guion, con proyectos de creadores y creadoras que admiro, siempre con mucho interés y entusiasmo.

– ¿Cómo nace tu interés por la dirección de arte?

Mi exploración fue intuitiva. Mi padre había muerto hace poco y había mucho espacio y tiempo para llenar en casa, mi madre recibía visitas y yo divertía a la audiencia con funciones de magia aficionada, como también historias y conciertos en la voz de unos viejos títeres que mi hermana sacó y me regaló
desde un baúl. Eran los años 80, la mejor de las épocas para la imaginación infantil. Yo soy hijo de esa generación. Me nutría de plagiar imágenes de las películas, los videoclips y todo lo que vomitaba la televisión de antaño. Pero antes de pensar en el diseño, había que plasmar la idea en un guion, según la audiencia disponible.

La dirección de arte es algo que viene naturalmente después de pasar por la formación como Licenciado en Artes y el diseño escénico, hasta entender que, contrario a que ignoran muchos, para contar una historia entrañable, hay que pensar antes en las leyes de un mundo entrañable. Una vez que me entrené en el teatro acompañando a muchos talentosos artistas, fui invitado a diseñar para el cine, y más tarde a la televisión; desde entonces sigo llevando una vida paralela con el teatro.

– ¿Qué respuestas implica?

Antes de diseñar es mejor hacerse preguntas. La clave sería: piensa profundo y has que se vea simple. Ignorar esto puede ser la razón o la debilidad del resultado que estamos viendo a menudo, en la era del espectáculo y la realidad aumentada: Querer responder visualmente antes de conocer. Si no entiendes el tema, si no descifras la trama, motivaciones y contradicciones de los personajes, ni su diálogo con el contexto político, social o psíquico que la sustenta, no vas a conseguir vincular esas imágenes con el espectador. Claro que te puedes ahorrar todo este entuerto tomando las estéticas visuales de otras ficciones o buscando en Pinterest, pero, según yo, se ve claramente cuando ese ha sido el proceso, porque no está enraizado y pertenece a un sistema distinto de significados. 

No podemos prescindir de asistir a la función de vernos representados en espacios, contextos y vidas ajenas. Nos fascina la ficción pero hay que reconocerse en ella. Transcurre de manera continua e irrefrenable, en paralelo a la vida. Nunca van a separarse. Esa conciencia es lo primero y fundamental, y podría ser una ruta de las preocupaciones éticas del artista, no del gran artista, sino de todo aquel que participa de un proyecto de ficción. Todo debe importar, por ejemplo si el personaje trae los zapatos limpios o sucios, si son opacas o brillan las monedas que tentarán la moral del protagonista, o si el escenario de la historia debe mostrar una Latinoamérica diversa, en proceso de decadencia o progreso, con identidad propia o europeizada, etc., etc. Una ciudad no es una ciudad en una película, si no muchas veces, tan solo dos casas, un restaurante, un centro comercial o una carretera… Para mí ha sido un desafío, encontrar proyectos ideales, donde poder aportar a construir un patrimonio o testimonio del presente, real y ficticio, en el que se graba y en que transcurre la historia. 

Diriges en teatro y  audiovisual ¿cómo te influye tu mirada desde el arte en una dirección de una obra o de una serie? 

Recuerdo muchas obras y películas que me atraparon a través de una experiencia visual. Pienso que es lo primero que debe seducir y capturar el interés del espectador, pero debo agregar que, ni como espectador ni como realizador, me parece suficiente. No me atraen las experiencias únicamente sensoriales, el drama humano necesita de escenarios complejos, a veces contradictorios; también cabe para los desafíos más abstractos o simbólicos. Antes que todo, debe existir un buen guion, una historia profunda, un punto de vista original. Al diseñar, nunca diálogo conmigo solamente como director de arte, eso sería desconocer mi propia formación y trayectoria. 

Crédito Fotografía: Archivo The Clinic (La muerte y la doncella) 

– ¿Cuáles son tus nuevos proyectos? 

Unos escénicos y otros de ficción en el tintero, que ojalá hallaran el modelo y la forma de financiarse. El próximo año debería concretarse una colaboración internacional como director de Arte, y una invitación para dirigir una serie de ficción, que me gustaría mucho que resultara. Por estos días estoy con la dirección el arte de la serie La Casa de los Espíritus, como Production designer en realidad, que es como denomina el cargo en la industria. Es un proyecto de Film Nation, productora norteamericana y Amazon, basada en la novela de Isabel Allende. Hace unas semanas hemos comenzado las grabaciones y seguirán hasta fin de año. Y por supuesto el teatro, volvemos a la cartelera teatral con una versión de La Muerte y la doncella que dirigí el año pasado para La primera compañía, que homenajea el talento de Ariel Dorfman y también al cine, porque Polansky la llevó a la pantalla en los años 90, tuvo un inolvidable y aplaudido estreno en el Teatro UC y vuelve por pocas funciones a finales de Agosto en ese mismo escenario.