septiembre 6, 2024
En esta edición del Toronto International Film Festival (TIFF del 6 al 15 de septiembre) lucirán rostros chilenos en las pantallas de los cines de esta ciudad canadiense. Se podrán ver en roles protagónicos a Alfredo Castro, Paulina García (en dos películas), Antonia Zegers, y en destacada participación a Mariana di Girolamo, bajo la dirección de realizadores españoles, de Panamá, de Argentina y Colombia.
CinemaChile habló con algunos de estos directores para saber que les atraía de los actores y actrices chilenos, porque les buscan para que encarnen sus personajes.
PAULINA GARCÍA: DESDE LA INTUICIÓN
En su ópera prima de ficción Querido trópico la panameña, Ana Endara, que tiene a su haber 4 documentales anteriores de gran recorrido internacional, nos responde con la emoción y los nervios mientras está en la cuenta regresiva para el estreno en TIFF. “Siendo honesta inicialmente quise trabajar con Paly (Paulina) porque admiro mucho su trabajo la conocía de Gloria y luego de Las Analfabetas, pero después de nuestra primera conversación que fue todo un encuentro, tuve la intuición – la certeza incluso – de que crearíamos algo hermoso”.
Y su intuición no falló. “Aportó el delicado equilibrio necesario para hacer que un personaje fácilmente detestable resulte también querible, además de añadir un humor muy fino y elegante al mismo tiempo”.Pero Paulina García está por partida doble: es también la protagonista de Horizonte del reconocido director colombiano César Augusto Acevedo, (coproducción con Chile Quijote films) quien con su ópera prima La tierra y la sombra (2015) obtuvo la Cámara de Oro que se otorga en el Festival de Cannes en la Semana de la Crítica. Descrita por su director (y guionista) como “una odisea fantasmal”, la película sigue a una madre (Paulina García) y su hijo (Claudio Cataño) en un mundo asolado por la guerra. Los dos realizan una travesía para encontrar al padre del niño, desaparecido sin dejar rastro. La búsqueda los lleva a un paisaje desolado que trasciende lo físico.
ANTONIA ZEGERS: DESDE EL GUION
La directora de Los Tortuga, (estreno mundial en Toronto) la española Belén Funes, quién con su primer largometraje ganó el Goya a la Mejor dirección novel (2020), dice que la elección de Antonia Zegers para su segunda película, vino desde el guion.
“Se escribió para que ella pudiera hacer la película y para mi tenía sentido que ella acabara siendo la protagonista porque en todo momento cuando escribíamos línea a línea con el guionista teníamos a Antonia en la cabeza. La habíamos visto en otras películas y nos había encantado su trabajo, y no solo nos gustaba como lo hacía, sino como enfocaba sus personajes. Entonces cuando le ofrecimos la película la creíamos muy capaz de alejar ese personaje de madre en duelo de lugares más comunes y meterlo en otra dimensión más contemporánea, más brillante, más atractiva y a mí eso me gustaba mucho de imaginarme el personaje de Delia con ella”.
Señala que la habían escuchado en entrevistas, hablar de cine, de lo que significa ser actriz y de lo que ella siente como creadora de las cosas que hace “y bueno yo sentía que íbamos a conectar también en ese aspecto”. Y efectivamente así fue “ya que somos dos personas bastante obsesionadas con el trabajo y me sentí muy abrazada pro ella, acompañada porque me supo entender desde el primer momento. Fue una historia de amor feliz porque yo soñaba que ella hiciera la película y así ocurrió”.
ALFREDO CASTRO: DESDE EL TEATRO
En Polvo serán, del director catalán Carlos Marqués-Marcet hay “un duelo” de titanes: Angela Molina, una de las grandes actrices española de todos los tiempos, es la protagonista, y su compañero de viaje en este filme es Alfredo Castro.
Marqués-Marcet que con su primer largometraje obtuvo, al igual que Funes, Goya el Mejor director novel (con 10.000 kms en 2024) descubrió el trabajo de Alfredo Castro desde la película Tony Manero. “Siempre me ha parecido que es de estos actores que son capaces de transmitir tanto haciendo tan poco, creo que consigue esa máxima dificultad de poder resolver las cosas más complicadas de la manera más sencilla”
En el caso del personaje de Castro en su película quería que fuese de fuera porque dibujaba un tipo de familia también que es muy común en familia y me gustaba que fuera un refugiado latinoamericano como trasfondo aunque no se hable de ello. Y la clave de la elección pasó porque buscaba alguien que entendiese bien el mundo del teatro “y en toda su trayectoria como actor, como director también, y en su trabajo con el Teatro de la Memoria, entendía en profundidad este mundo y le daba un aspecto importante a la película. Por todo me pareció que encajaba como anillo al dedo”.
Pero sobre todo resalta que “es un actor muy único que es capaz de hacer cosas que no le he visto hacer a nadie más, además siempre escapa al cliché”. Por otro lado, apostaron por “la combinación perfecta, el aplomo que tiene Castro en todos sus papeles…siempre tiene un peso frente a lo etéreo que tiene Angela Molina y, en ese contraste, pensamos que iba a salir algo muy mágico, y así ha sido”.