Cinema Chile

EL DIRECTOR FERNANDO GUZZONI NOS ADELANTA EN EXCLUSIVA LAS CLAVES DE BLANQUITA Y SU PREMIER MUNDIAL EN VENECIA 2022

agosto 29, 2022

La world premier de la cuarta película de Fernando Guzzoni, Blanquita, lidera la participación en Venecia, al ser la única película chilena en la selección oficial.

Guzzoni se inspira en una investigación realizada durante dos años, sobre el caso chileno Spiniak, que destapó una red de prostitución infantil.Con la visión crítica y  los potentes personajes que caracterizan al director, Blanquita llega a Venecia para problematizar y cuestionar casos reales que tienen una mirada universal.

Tras su últimos largometraje Jesús (2016) y luego de haber ganado en 2013 el Premio Rail D’oc en el Festival de Toulouse con Carne de Perro (2012) el director sigue creando y cimentando su carrera de forma autocrítica de la realidad, acaparando miradas con cada cinta que realiza.

El filme, producido por Giancarlo Nasi (Quijote Films) y coproducido por Varios Lobos, Tarantula, Bonne Pioche Cinema y Madants, destaca por su gran cast al ser protagonizado por Laura López, Amparo Noguera y Alejandro Goic, entre otros.

¡Revisa la entrevista completa aquí!

 

¿Qué significa para ti Blanquita en tu cinematografía?

Blanquita significa un paso adelante donde he ido explorando nuevas formas de narrar en términos cinematográficos y depurando ciertas operaciones que he trabajado a lo largo de mi carrera.

Contiene un guion que, a diferencia de otras películas, tiene una lógica más narrativa y con elementos de género, que definitivamente yo había cruzado ya en Jesús.

¿Por qué te atraen los personajes en situaciones al límite?

Me interesan elementos, ya sean reales o históricos, donde uno pueda interrogar hechos, problematizarlos y  cuestionarlos.

Suelo basarme en sucesos que pareciera que el mainstream o el mundo oficial no quieren ver al ser incómodos, dolorosos, ese es el común denominador que me interpela como director y me hacen pensarlos como películas.

¿Qué es lo que tiene que tener un caso real para que sea convertido en una película?

Me sumerjo en terrenos que son un poco incómodos. En el caso de Blanquita es diferente, porque si bien es un personaje que ha sido una víctima, se plantea de un lugar no victimizado y eso me gusta mucho. La película vino un poco a revolver y a decir, las cosas no siempre son como se produjeron, sino que tienen muchos matices.

 

 

¿Cuál fue tu desafío en Blanquita a nivel de guión y de dirección?

Abordar ese universo, sin ser responsable políticamente, pero también sin ser conservador. Entendia que la pelicula era una gran parabola sobre el hoyo negro de la impunidad, donde hay niñas y niños que son victimas de instituciones, entonces la pelicula llega a tensionar cómo son abordados esos niños.

Tanto en Carne de perro, Jesús y en Blanquita repite con Alejandro Goig ¿es tu actor de cabecera? ¿por qué?

Alejandro fue protagonista de Carne de perro, coprotagonista en Jesús y ahora también coprotagonista en Blanquita. Yo creo que es más simple de lo que uno se imagina.  Parte de su biografía se incorpora en los personajes, los piensa y les da espesor, entonces es un gran compañero a la hora de crear un personaje.

También en producción repites con Giancarlo Nassi  ¿qué rol juega?

Giancarlo fue productor de Jesús y ahora de Blanquita. Es un productor muy valiente, en términos de que confía mucho en sus directores y directoras, apoyándolos en un camino autoral.

¿Cuánto se demoraron en hacer la película?

La preproducción se vio interrumpida por la pandemia por un año y medio,  eso fue triste, porque era un proceso que estaba financiado, en una etapa final de desarrollo.

El proceso de investigación y escritura fue entre 1 a 2 años, filmamos 6 semanas y post produje  y monté en 8 meses, eso lo hicimos en México, Polonia, Chile, Luxemburgo y Francia, se hicieron varios procesos en los países coproductores.

 

 

 

«La música y parte de la postproducción la hizo una compositora francesa, el montaje fue en Polonia y otra parte en Chile. La producción de sonido casi completa se hizo en México, el color en Luxemburgo. Fue una especie de mosaico de colaboraciones interesantes que contemplaron todos los países coproductores»

Fernando Guzzoni

 

¿Qué significa estar seleccionado en Venecia dentro de tu carrera, qué esperas de tu paso por el Festival?

Es un orgullo para nosotros que la película haya gustado tan fácilmente, el proceso de selección de la película fue muy rápido, la mandamos y nos dijeron que si de inmediato y eso no es muy usual. Estamos super orgullosos y creemos que es un lugar muy idóneo para que el mensaje de la película se empiece a socializar.

¿Cómo sientes que va a conectar con las audiencias?

Hay elementos locales al estar inspirada en un caso, pero son temáticas globales con personajes universales. La película interroga cosas que estamos discutiendo ahora, tiene un discurso vigente y en ese sentido va a ser valorada por la audiencia de cualquier país que la vea.

¿Cuál es tu siguiente proyecto…has pensado en algún momento rodar fuera de Chile con historias de otros países?

Estoy trabajando con Fabula en un proyecto que se llama La tierra de los salvajes y que esperamos filmar pronto. Es un proyecto de época, que transcurre en el siglo XIX pero que también es una reflexión sobre la élite, sobre el poder, sobre la construcción de las repúblicas latinoamericanas y no está seteada en Chile, sino que en un contexto ficcional, pero cercano a la realidad.

¿Qué buscas marcar y qué huella quieres dejar con tu cine?

Pienso que el mundo está trenzado por complejidades y esa ha sido siempre mi fascinación, entender que hay detrás de las cosas. Soy un cineasta al que le interesa complejizar la realidad y lo digo con humildad, porque mis películas no vienen a cambiar a nadie, pero son un pequeño granito de arena para poder discutir.

¡Revisa cómo fue el inicio de Blanquita aquí!