octubre 25, 2022
Decir Adrián Solar es evocar muchas siglas y nombres propios: Premios Platino, FIPCA, APCT, Premios GOYA, Matías Bize, Julio Rojas, nuevos directores, el padrino y sobre todo, un destacado productor de cine chileno.
Desde su casa en Berlín, en el sexto piso de un edificio sin ascensor que lo mantiene en forma, nos da esta entrevista en exclusiva para hablar de lo humano y lo divino del mundo de la producción en el cine.
Todo comienza en Berlín, en septiembre de 1977, donde se instala en febrero de 1974. “Fue mi lugar de aterrizaje después del golpe”, recuerda y tras ser expulsado de la Universidad de Chile, Sede Talca, donde estudiaba Trabajo Social.
El día que me recibí de Pedagogía Social en una Academia Berlinesa, golpearon mi puerta. Era un director de cine alemán, Christian Ziewer, que quería hablar conmigo por recomendación de mi amigo el escritor Antonio Skármeta.
Se trataba de una película pequeña, basada en el libro No pasó nada del propio Skármeta, sobre las peripecias de una familia chilena y de unos adolescentes en Berlín y el director necesitaba a alguien que le ayudara para que los chilenos le abrieran sus casas. Que entendiese la forma de expresarnos y supiese traducirlo. De repente me vi embarcado en un auto con el director y el primer asistente, visitando casas de chilenos en las dos alemanias, y así pudimos ver cómo vivían los chilenos. Referencias que sirvieron a la película. El proceso duró 4 meses. Al acabar el director me ofreció seguir y ser el segundo asistente de dirección.
![]() | «Aprendí a conocer el tejemaneje de un rodaje en una época en que no existían los celulares, las fotocopias, el fax y que los llamados eran a viva voz terminado el rodaje, no todos tenían teléfonos en su casa, ni había dinero para pasar a recoger a los domicilios. Nada de eso. Pero fue una experiencia que me permitió saber que el set no me entusiasmaba pero si el cine a futuro y, con esa motivación, comencé a hacer mi Magister en Comunicaciones en la Universidad Libre de Berlín» |
Me gustaba más la organización. Temas como: llegar a acuerdos con actores, directores, canales de TV, negociaciones con proveedores los encontraba más entretenido.
No hice más asistencia de dirección y me dediqué a la producción. Comencé a trabajar con en varias películas alemanas, cortos y mediometrajes en que yo era el asistente de producción de las empresas productoras, varios de estos proyectos estaban también relacionados con Antonio Skármeta y así fui creciendo hasta que empecé a hacer jefatura de producción y posteriormente producción ejecutiva. Era mitad de los ochenta. Yo todavía estaba radicado en Alemania. También fui a Argentina, a finales de los 80, a producir La amiga, película con actores como Federico Luppi y Liv Ulman. Y de ahí seguí trabajando con Jeanine Meerapfel, una o dos películas más. Ella es la actual Presidenta de la Academia de Artes de Berlín.
Si. Esto se inició cuando el director de la serie Heimat (trilogía que cuenta toda la historia de Alemania entre 1919 y 2000) Edgard Reitz, considerado uno de los mejores directores de cine alemán, me contrata desde su casa productora para ser su productor delegado para El ciclista de San Cristóbal. Tras tres meses en Chile me entusiasmé y decidí que mi patria y afectos estaban allá. Entonces, me trasladé.
Primero mucha paciencia. Una paciencia impresionante porque siempre vas a recibir más no que sí, y junto con la paciencia un poco de humildad para entender que no tienes que odiar a los que te dicen que no porque quizás algún día te van a decir que sí. Y desarrollar el ojo para identificar los proyectos atractivos y con potencial de audiencia.
Se hace y tiene que ver con tu cultura cinematográfica. Un productor que no tiene esa cultura nunca va a ser un buen productor. Alguien que solo sabe hacer números, aplicaciones, pedir recursos, hacer unos pitching pero que no tiene referencias cinematográficas no va a funcionar.
![]() | “Un productor no tiene que escribir los guiones, pero sí tiene que saber leer los guiones; no tiene que montar una película, pero sí tiene que saber de montaje y muchos menos tiene que dirigir, pero tiene que saber si el director está equivocado o si está dirigiendo bien a los actores, y tener siempre toda la película en su cabeza. Es un hombre-orquesta no especializado” |
Más que psicología, es tener un muy buen trato con la gente con la que no vas trabajar, saber decirle que no a proyectos que aunque sepas que son buenos, sabes que no te vas a sentir cómodo porque no te entiendes con el director o porque el guión no es bueno, o porque ya has cometido el error de hacer una película de ese tipo y aprendiste de los errores.
Sí también, pero yo tengo poca, soy demasiado directo, pero no maltratador que es distinto. Otra característica es que hoy tienen que hablar idiomas, es indispensable, todas las presentaciones de los mercados internacionales, en el 90% se habla inglés, por lo menos tienes que tener los conocimientos básicos de ese idioma. Y lo otro una gran capacidad de networking y entender que los negocios se hacen personalmente. Si no te conocen y no hay confianza nunca va haber acuerdo.
Lo da la fuerza de las convicciones y la calidad del proyecto. El director, el guionista, que es lo que uno ofrece como productor. En el caso mío, no necesito ganarme tanto la confianza desde el punto de vista de la credibilidad en que un trabajo va a llegar a buen fin, sino que tengo que ganarme la confianza en base a la calidad del proyecto.
![]() | “Lo esencial es tener mucha paciencia, no arrebatarse, ni enojarse, ni tampoco entusiasmarse demasiado porque nadie dice no en el primer encuentro, pero dicen lo vamos a estudiar, te dan un apretón de mano y ahí la gente queda muy entusiasmada y luego pasan meses, comienzan a insistir y ahí les llega el no” |
Son tantas las evoluciones a las cuales hay que adaptarse…y todo tan vertiginoso, el salto que dimos al digital fue un salto tremendo que cambió toda la forma de producir y del cine, cambió toda la forma de exhibición, la relación con los distribuidores.
Son muchos saltos, pero diría que lo que más me impresiona es la valentía, el coraje y la habilidad de los jóvenes productores. Tengo gran admiración por ellos. También miro mucho a los que son directores y productores a la vez porque no es fácil; tiene ventajas y desventajas. Para mi uno de los mejores directores/productores que hay es Andrés Wood, gracias también posiblemente a su formación de ingeniero.
Son dos etapas diferentes. Una que me entusiasmo con directores jóvenes. Creo que la primera experiencia fue con Álex Bowen. Fue un primer paso, luego vinieron aventuras un poquito erráticas.
Paralelo a eso, Julio Rojas me presentó a Matías Bize, vi su primera película Sábado, me gustó mucho. Y ahí entraba la confianza que la gente me tiene porque yo era el productor, nadie sabía quiénes eran esos directores y esa era mi tarea conseguir coproductores argentinos, alemanes, españoles. Pero nunca he dejado de trabajar también con directores de mi generación, como Jorge Durán o Lucía Murat.
Era miembro la Presidencia de la Asociación de Productores de Cine y Televisión (APCT) de Chile, que ayude a su refundación con otros productores, cuando saltó el tema de que alguien tenía que hacerse cargo representarnos ante FIPCA.
Llegué muy bien parado, en un momento en que no estaba muy activa la institución, pero había un potencial importante. Un par de años después mi colega y amigo español José María Morales (Wanda Films) me dice que yo era una de las propuestas para asumir la Presidencia de recambio era yo porque “eres un productor en activo y premiado”, por lo tanto, tenía los méritos para estar. Yo había ganado en dos oportunidades el Premio Luis Buñuel el premio que da FIPCA a la mejor Producción del año y lo obtuve con En la cama y La vida de los peces.
Se dieron varias cosas que fueron ayudando. Una que inmediatamente desarrollé una relación de mucha confianza con Miguel Ángel Benzal, CEO de EGEDA (Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales).
Formamos una muy buena presidencia, no diría que iniciamos una refundación, pero si nos ocupamos exitosamente relanzar y a posicionar la FIPCA frente a instituciones como Ibermedia o la CAACI (Conferencia de Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica) con muy buena relación desde el inicio con Ibermedia y desarrollar acciones comunes con EGEDA como publicar el panorama del Audiovisual Iberoamericano que es una biblia a día de hoy para todo el mundo.
![]() | “Lanzamos los Foros del Audiovisual Iberoamericanos, y a la luz de esos foros surge la idea de hacer unos Premios Platino que en un comienzo pensamos que debían poner en valor el Star System, la calidad del cine iberoamericano porque no lo tenían ese espacio o estaba muy sumergido” |
Si. Trabajamos dos años del 2012 al 2014 en generar un reglamento, un equipo de trabajo. Buscamos alianzas estratégicas y logramos financiar ese primer Platino con el gobierno panameño, pero al cambiar el gobierno no fue posible continuar con el convenio y de ahí surge la necesidad de la itinerancia de los Premios.
Tuvimos que empezar a buscar, búsquedas muy agotadoras y esperanzadoras, también exitosas, por eso fuimos a Marbella, Punta del Este, Cancún dos veces y Madrid ya tres veces.
Yo creo que si bien el próximo año va ser de nuevo en Madrid, es bueno para los premios que sean itinerantes, ya que nos acerca más a nuestros países, nuestras televisiones y a las plataformas que operan en nuestras regiones.
Eso ya lo dijo Omar de la Cruz, el director del Cine Global que me felicitaba por la capacidad de lograr aunar bajo una misma institución, personas, tendencias y estilos tan diferentes.
Yo debo decir que se logró principalmente por la buena relación de Presidencia, yo quizás lo que descuidé fueron las relaciones con algunos miembros de la Junta (la Junta de FIPCA es la instancia donde están representados todos los países miembros) que en alguna ocasión me acusaron de autoritario. No por contradecir sus deseos, sino por imponer criterios, pero eso es una deformación de productor, los productores están para ponerle ruedas a los proyectos, no para ponerle frenos, consultas y dificultades.
![]() | “En la actual presidencia si hay una fuerte presencia de productores activos, lo cual es bastante bueno.Hay que apoyarse muy bien en el resto de la Presidencia, y ahí siempre pude trabajar junto a un equipo bastante leal y muy eficiente, sobre todo los primeros años con Ignacio Rey, con Antonio López, quienes son como el soporte histórico de FIPCA, la memoria de la institución” |
Si hay alguna crítica que me hago a mí mismo en toda esta gestión es el no haber cuidado suficiente desde Presidencia a todos los miembros de la Junta, de los 18 países, pero, también pienso, que un Presidente no puede estar ocupado de todos esos temas, porque para eso está también el resto de los miembros de la Presidencia que actúan a nombre del colectivo y también pueden asumir esas tareas.
Es mucho trabajo, yo me doy cuenta ahora de la libertad que tengo para hacer y decir muchas cosas y el tiempo que tengo. Ya no tengo que estar pendiente de cada email que llega y que hay que contestar o derivar, que hay que hablar con instituciones, que hay que estar presente en tal foro, ya no. Pero también miro con nostalgia y con mucha satisfacción los últimos años.
Creo que cuando desde la Presidencia, en 2012, tomamos FIPCA, esta existía hace 15 años, pero sin personalidad jurídica y conseguirlo para una institución que representa 18 países no fue fácil,
Fue una lucha larguísima en la que Antonio López, que es abogado y también Ignacio Rey, el actual Presidente, lucharon con mucho entusiasmo, hasta que lo conseguimos y eso nos permitió ser socios frente a otras instituciones en forma legal.
Lo otro es que después de un montón de años intentándolo logramos firmar un histórico convenio de Cooperación con la CAACI, firmado en Berlín, justo antes de la Pandemia. Y en cuya gestión participó toda la Presidencia de FIPCA y CAACI. Después vino todos los avances que logramos con la reforma al reglamento de coproducciones iberoamericanas.
Además está el convenio de cooperación permanente que tenemos con el Festival de Santander que permite que la presidencia se junte una vez al año, lo que es un gran logro porque fortalece nuestras relaciones con productores y directores españoles y de toda Iberoamérica que asisten al Festival. El acercamiento al Festival de San Sebastián y al de Málaga, y últimamente un convenio que vamos a seguir desarrollando con el club europeo de productores, institución que agrupa a más de 100 productores destacadísimos que tienen mucha influencia en todos lo que son los programas de la UE.
De FIPCA ese es el mayor logro, sin duda. Ahora los Platino como todo Premio va evolucionando. Por ser fundador del Premio soy el Presidente de Honor y por lo mismo pertenezco también al Comité Ejecutivo de los Premios.
Esa es una materia que le corresponde definir a la actual Presidencia y a la Junta. Para esto recomiendo leer una entrevista a Ignacio Rey en Latam Cinema.
Yo creo que en Chile hay un divorcio terrible entre la calidad de las producciones y la fidelidad del público, y es un tema a superar.
![]() | “No es verdad que el cine independiente no lleve a gente a salas de cine, porque es posible hacer películas serias, de género, drama y cautivar al espectador. Yo creo que la APCT le puede dedicar tiempo y esfuerzo al reencantamiento del público” |
México recuperó el 90% del público en las salas de cine, habría que saber cómo lo hicieron los mexicanos.. Decir que solo son las plataformas es un argumento más, pero no es el único, hay un problema de divorcio director/productor con el público y eso hay que arreglarlo.
Estoy lleno de proyectos y muy entusiasmado. Viendo si tomo un proyecto por encargo que me gusta y desarrollando dos nuevos, uno con mi querido amigo Julio Rojas en sociedad con María Elena Wood con la que trabajó muy bien, y otro proyecto con Matías Bize con bastante vocación de público. Y también apoyando los estrenos internacionales de El castigo y siento que esta película emprenderá un largo viaje después del Festival de Tallin. Y, por supuesto, dedicando mi esfuerzo y cariño, junto a muchos otros, a las próximas versiones de nuestros Premios Platino.